A ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos
Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
Celebramos este domingo la Solemnidad de la Santísima Trinidad de Dios.
Pablo, que nos dice: "La roca era Cristo. Sobre él hemos sido construidos".
Nos ha amanecido un día sagrado: venid, naciones, adorad al Señor, porque hoy una gran luz ha bajado a la tierra
El Espíritu del Señor está sobre mí; me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres.
En distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padre por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.
Mientras todos se maravillan de lo que los patores cuentan, María, silenciosa y meditativa, guarda y madura en su corazón las enseñanzas de Dios
Bendito el que viene en nombre del Señor, bendito el reino que viene de nuestro padre David
Permaneced en mí y yo en vosotros, dice el Señor, el que permanece en mí da fruto abundante.
Estad en vela y preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre
Uno solo es vuestro Padre, el del cielo; uno solo es vuestro Maestro, Cristo.
Brilláis como lumbreras del mundo, mostrando una razón para vivir.
El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón para conocer cuál es la esperanza a la que nos llama.
Soy yo quien os he elegido, para que vayáis y deis fruto, dice el Señor
Mis ovejas oyen mi voz, dice el Señor, yo la conozco y ellas me siguen.
Abre, Señor, nuestro corazón, para que comprendamos las palabras de tu Hijo.