Otras Lecturas

22 De Diciembre De 2024

Cuarto Domingo De Adviento

 

María con su: “Hágase en mí según tu palabra” hizo posible el único sacrificio que salva. Gracias a ella la humilde aldea de Belén espera con gozo la venida del nuevo David que trae a todos los hombres la paz y el amor de la salvación.

 

ORACION COLECTA

Oh, Dios misericordioso y compasivo, que tienes predilección por los pequeños, tú enviaste a tu Hijo y llenaste de bendiciones a quienes tenían hambre y sed de salvación. Haz que nosotros, que recibimos con gozo su nacimiento, estemos unidos a él también en nuestra vida misma. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA: Mi 5, 1-4

El oráculo de Miqueas se refiere a Belén, patria de David y, a través de David, se refiere al rey mesiánico que se espera, descendiente de David. Con esperanza, nosotros también esperamos a este segundo David.

 

SALMO RESPONSORIAL
R/ OH DIOS, MANIFIESTATE, HAZ QUE VOLVAMOS Y CONVIERTENOS.


Escucha, pastor de Israel,
Tu que te sientas en los querubines, resplandece.
¡Despierta tu valentía, ven y sálvanos!

¡Oh, Dios Sabaot, es hora de que regreses:
Mira de lo alto del cielo y contempla,
Visita esa viña y protégela, ya que tu derecha la plantó!

Que tu mano apoye al hombre que hace tus obras,
Al hijo de hombre que has hecho fuerte para ti.
Ya no nos apartaremos más de ti,
Nos harás revivir y tu nombre invocaremos.

 

SEGUNDA LECTURA: Heb 10, 5-10


En el cristianismo no hay más sacrificio que el que Cristo hizo de sí mismo una vez para siempre y que la Iglesia rememora y renueva en la celebración eucarística. Agradezcámosle este su sacrificio y prometamos al Señor que seguiremos sus pasos.

 

ALELUYA


Aleluya, aleluya.
Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
Aleluya, aleluya.

 

EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: Lc 1,39-45


María creyó y se fio plenamente del Señor al decir: “Hágase en mí según tu palabra”. Y esta fe, proclamada con humildad, es admirada por Isabel. El cristiano cree, y humildemente proclama su fe confiando en la acción divina.

 

Reflexion Sobre El Evangelio De Hoy

 

El evangelio de hoy nos narra el encuentro de dos madres que esperan gozosamente. Su espera llena de gozo a todo el pueblo. En ellas se cumplen las promesas hechas por Dios.
María es la mujer creyente a la palabra divina. Isabel, en cambio, la mujer que experimenta el silencio de Zacarías por no haber creído al ángel. Las palabras de Isabel son confesión de fe en la divinidad de Jesús y en la maternidad de María. La casa de Isabel se llenó de gozo salvífico. María proclamó humildemente la grandeza de Dios. En ella se condensó la espera y el gozo de todo un pueblo y su conducta la esperanza de la Iglesia. Ella ocupa un lugar privilegiando en el tiempo de Adviento: es la Virgen Madre de la espera; es la verdadera morada de Dios entre los hombres; es la servidora humilde y fiel.


Cada uno recorre su camino propio en la vida, tiene su experiencia de fe. Pero a su manera, con sus propias palabras y sus propios hechos todos y cada uno debemos acompañar a estas dos madres. Cantar con ellas el himno de nuestra alabanza.