Semana Santa
Domingo de Ramos:
Nos introduce en el objetivo central del viaje de Jesús a Jerusalén: su decisión de morir por ser consecuente con su vida.
En la paradoja vida-muerte se mueve el camino del reino de Jesús: quiere eliminar el sufrimiento, pero por el camino de la solidaridad. La solidaridad no es un sentimiento de simpatía para con los que sufren, sino compartir el sufrimiento, de lo contrario sería inútil.
Lunes, Martes, Miércoles santos:
Como los últimos metros, el sprint de la carrera que hemos venido haciendo hacia la Pascua. La Liturgia nos recuerda el "Siervo del Señor", que para nosotros es Cristo. Él es el siervo sufriente, el que libra a la humanidad de la cárcel del pecado. Es la luz, el mediador de la nueva y eterna alianza. Es la esperanza, es la pascua. Su vida es nuestra vida, y su misión.
Jueves Santo:
Día del amor fraterno: "los amó hasta el extremo," hasta hacerse siervo y esclavo en un tipo de servicio considerado humillante y propio de esclavos: lavar los pies. Un amor que se repite día a día con todos y cada uno de nosotros.
Institución de la Eucaristía: Eucaristía que expresa y constituye el sacramento del amor. Jesús "parte y reparte" el pan y el vino, Él mismo, y dice: "haced esto en memoria mía."
Institución del sacerdocio: El Nuevo Testamento no utiliza la palabra "sacerdote" más que aplicada a Él y al Pueblo de Dios en su conjunto: Jesús no crea "sacerdotes," quiere un ministerio ordenado de servicio a la comunidad que reproduce y da continuidad a su presencia en medio de la comunidad.
Viernes Santo:
Jesús, arrestado y llevado a los tribunales, es condenado a muerte. Le cargan con la cruz, y lo llevan hacia el lugar de la ejecución. Jesús entrega todo. Jesús muere al estilo de los sediciosos y revoltosos.
La cruz se convierte en el símbolo de los cristianos. Hoy las cruces ya no son de madera. Las ideas que esclavizan a los seres humanos; la realidad cotidiana de dos personas que se deberían amar, pero se atormentan mutuamente; la realidad de miseria que inunda calles y ciudades... esas son las cruces del "Viernes Santo de hoy."
Sábado Santo
Un compás de espera lleno de esperanza. La cruz no es el final, las cruces de hoy tampoco lo deben de ser. Un compás de espera, un compás de silencio, para que suene más potente el "Aleluya" de la Pascua, de la esperanza.