Santa María Madre De Dios

1 de enero de 2019

TEXTOS BIBLICOS PARA LA LITURGIA EUCARÍSTICA

Comenzamos un Nuevo año deseándonos felicidad. También Dios nos felicita bendiciéndonos. Nos felicita con la paz, haciéndonos hijos suyos en su Hijo nacido de mujer. Y María, la bendita por Dios, recibe la visita y felicitación de los pastores. Que esta bendición de Dios nos acompañe durante el año.

 

ORACION

Dios y Señor nuestro, que por la maternidad virginal de María entregaste a los hombres los bienes de la salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquella de quien hemos recibido a tu Hijo Jesucristo, el autor de vida. El que vive y reina contigo. Amén


PRIMERA LECTURA: Num 6:22-27

Bendecir significa desear el bien. La bendición de Dios sobre cada uno de nosotros hace posible que también nosotros bendigamos a los demás y los tratemos como hijos del mismo Padre que está en los cielos.


SALMO RESPONSORIAL: Sal 67:2-3,4-5,7-8

R/ ¡QUE DIOS TENGA PIEDAD Y NOS BENDIGA!

  1. Qué Dios tenga piedad y nos bendiga,
    Nos ponga bajo la luz de su rostro,
    Para que conozcan en la tierra tu camino,
    Tu salvación en todas las naciones. R/
     
  2. Que los poblados se alegren y te canten.
    Pues tú juzgas los pueblos con justicia,
    Tú riges a los pueblos de la tierra. R/
     
  3. Que los pueblos te den gracias, oh Dios,
    Que todos los pueblos te den gracias.
    Que nos bendiga Dios, y sea temido
    hasta los confines de la tierra. R/


SEGUNDA LECTURA: Gal 4:4-7

Jesús es la palabra. Él es quien nos enseña lo que significa ser y vivir como hijos de Dios.


Aclamación al Evangelio Heb 1:1-2

Aleluya, Aleluya.
Es distintas ocasiones habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.
Aleluya.
 

EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS Lc 2:16-21

Jesús se hace uno de nosotros para salvarnos a todos y hacernos miembros de la familia de Dios. Leamos la lectura del evangelio y pidamos al Señor la gracia de saber hacernos pequeños para servir a los demás.


1 De Enero: Santa María Madre De Dios
Tema: Dios Ha Hecho Una Alianza Eterna Con Los Hombres

Comenzamos un nuevo año, y lo hacemos de la mejor manera posible, contemplando a María. La solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primera fiesta mariana de la Iglesia de Occidente. Desde muy antiguo – en las catacumbas de Roma se han encontrado pinturas con el nombre de “Theotókos”, “María, Madre de Dios”.

¿Qué nos dice hoy esta celebración? ¿Y qué nos dice al estar en el primer día del año? Comienza el año civil, y se celebra de diversos modos. Quizá haya “mucho ruido y pocas nueces”. Para algunos, es un tiempo triste, al recordar a los que ya no están con nosotros. Otros quieren que las fiestas pasen cuanto antes.

¿Por qué nos alegramos por las fiestas? Nos alegramos porque sentimos el Amor de Dios, que se acerca a nosotros y se hace hombre. Navidad es el comienzo de una nueva creación. Una fuerza que nos viene de lo alto y nos renueva. Dios ha hecho una Alianza Eterna con los hombres: Cristo.

Cada vez que empieza algo (hoy el año civil) debemos remitirnos al comienzo de la Alianza Nueva y Eterna. Ése es el fundamento también de nuestra paz. Volvamos a mirar las cosas que están a nuestro alrededor, desde la perspectiva de la alianza. Podemos pensar en las cosas que se fueron con el año anterior y pongámoslas en las manos de Dios. Todo lo hecho por amor, aunque pequeño, aunque los demás no lo noten, ha sido tomado en cuenta por Dios, y lo encontraremos renovado en Él. También las personas que se han ido... Y así, nuestros lazos de amor, lejos de perderse, serán renovados y glorificados en la Resurrección.

Se celebra, además, la Jornada Mundial de la Paz. No es coincidencia. Esta jornada se celebra desde el 1 de enero de 1968, cuando el beato Pablo VI decidió hacer un llamamiento a todos los hombres de buena voluntad, en un período en el que la Guerra Fría estaba a punto de terminar con el mundo

Tratemos, de inaugurar el año orando por la Paz; todos, posiblemente juntos en nuestras Iglesias y en nuestras casas; es lo que por ahora os pedimos; que no falte la voz de nadie en el gran coro de la Iglesia y del mundo que invoca de Cristo, inmolado por nosotros, danos la paz.

C.M.F.
 

 

 

Amén.