Segundo Domingo del Tiempo Ordinario

14 de enero de 2018

TEXTOS BIBLICOS PARA LA LITURGIA EUCARÍSTICA

Fueron… vieron…, y se hicieron testigos… con el encuentro con el Señor. Samuel, en el silencio de la noche se encuentra con Dios que le llama. Los primeros discípulos se encuentran con Cristo que les abre a una nueva experiencia. El bautismo abre para el cristiano un nuevo modo de vida.

ORACION
Dios todopoderoso que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la oración de tu pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

PRIMERA LECTURA: 1Sam 3:3-10, 19

La primera lectura nos habla de la vocación de Samuel. Es una invitación a pensar en la cantidad de veces que el Señor nos ha llamado también a nosotros; una invitación a darnos cuenta y a responder generosamente al Señor que nos llama a ser sus discípulos.

SALMO RESPONSORIAL: Sal 40:2 y 4, 6, 10

R/ AQUÍ ESTOY, SEÑOR, PARA HACER TU VOLUNTAD.

  1. Espera en el Señor con gran confianza,
    Él se inclinó hacia mí y escucho mi clamor.
    Puso en mi boca un cántico nuevo,
    De alabanza a nuestro Dios. R/
     
  2. Me hiciste saber
    Que no te agradan víctimas ni ofrendas,
    No pediste sacrificios para borrar el pecado.
    Entonces dije:
    “Ahora vengo conforme está escrito en el Libro,
    No deseo más que hacer tu voluntad
    Y llevo tu Ley en mi corazón”. R/
     
  3. Publiqué tu salvación en la reunión solemne;
    No me callé, Señor, lo sabes. R/
     

SEGUNDA LECTURA: 1 Co 6:13-15, 17-20

El cristiano, por el bautismo, se convierte en templo vivo de Dios. O que mancha todo templo es el uso indebido de lo que Dios ha creado como bueno y saludable.

Aleluya Jn 1:41, 17
Aleluya, aleluya.

Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo). La gracia y la verdad vinieron por medio de El. Aleluya

EVANGELIO SEGÚN MATEO Jn 1:35-42
A la pregunta de os discípulos que buscan, viene la respuesta de Jesús: Venid y veréis. El Señor siempre espera la iniciativa de los hombres, sus deseos de conocerlo más y de ser mejores personas, para darse a conocer y dar a conocer un nuevo modo de vida.


14 de enero: Segundo del Tiempo Ordinario
TEMA: ¿DÓNDE VIVES?

Si se nos preguntara de repente: ¿Qué es un cristiano?...¿Cómo responderíamos?...deberíamos decir que nuestra fe cristiana es una relación enamorada entre Jesús y cada uno de nosotros.


Siguiendo la relación del Evangelio de este domingo, podemos decir que esa relación presenta cuatro características, a saber:

 

  1. Es una respuesta personal a un llamamiento de Jesús. Él puede hablar directamente, como lo hizo con el niño Samuel de la primera lectura de hoy: “Samuel, Samuel”...Y el niño contesta: “Habla, Señor, que tu siervo escucha”...o puede hacerlo con una invitación...
  2. Es una búsqueda continua: “Maestro, ¿donde vives?...preguntan a Jesús los dos primeros discípulos: Andrés y Juan. Buscarle con amor siempre...Y Jesús también nos pregunta: “¿Qué buscáis?”...buscamos tener siempre el corazón lleno de alegría; una relación con el prójimo, en la que todos sean amigos, hermanos y hermanas; un comprender nuestra misión en el mundo que nos rodea...
  3. La tercera cualidad es convertirse en un compañero permanente de Jesús. Como Andrés y Juan que se quedaron con él aquel día.
  4. Seguir los pasos de Jesús. Como aquellos primeros discípulos: Andrés, Juan y Pedro...Lo dejaron todo para seguirle.


San Gregorio Nacianceno (330-390) en un sermón teológico dijo:

Jesús es Hijo de hombre, tanto por causa de Adán como de la Virgen. Es el Cristo por causa de su divinidad; esta es, en efecto, la unción de la humanidad, una unción que significa por la presencia del que todo entero unge. Es Camino, por cuanto nos conduce por sí mismo. Es Puerta en tanto que introductor. Y es Pastor porque apacienta a su rebaño en un campo verde, lo nutre con agua de reposo; desde allí marcha a la cabeza del rebaño y lo defiende de las bestias salvajes; hace volver a la oveja errante, recobra a la perdida y cura a la herida; vigila a la que está fuerte y reúne a todo el rebaño en el redil de lo alto, sirviéndose de las palabras de su ciencia pastoral. Es Oveja en cuanto víctima de sacrificio. Y es Cordero porque es perfecto. Es Sumo Sacerdote porque ofrece el sacrificio. Y es también Melquisedec por ser Rey de Salem, que significa paz, porque es rey de justicia...He aquí las apelaciones del Hijo. Jesucristo, ayer y hoy corporalmente, el mismo espiritualmente y por todos los siglos. Amén”.


Termino con un soneto del sacerdote murciano Vicente García Hernández titulado:

DINOS, SEÑOR, ¿DÓNDE RESIDES?

Dinos, Señor, dónde resides. Dónde
pones tu pie de paz, dónde tu casa:
si es en el mar de los muertos o en la brisa
de la noche...¿Por qué, Señor, se esconde
tu corazón – adónde rueda, adónde –
después que nos roza y nos abrasa?
¿Por qué ocultas tu labio cuando pasa
bebiendo nuestro amor...? ¿Por qué? Responde.
Yo te quiero en mi mano, dulcemente
amarrado y en vilo por amarnos,
en vilo y entre rejas prisionero.
Suene mi río al son de tu corriente.
Que tus ojos se laven al mirarnos.
Y no vuelvas a huir, ¡oh forastero!
 

j.v.c.