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Undécimo Domingo del Tiempo Ordinario

 

13 de Junio 2021

 

Dios proyecta el futuro del hombre pequeño, débil y sin esperanza. Al principio el Reino de Dios aparece insignificante, luego crece y está destinado a extenderse por el mundo entero. Quien pertenece al Reino debe caminar, guiado por la fe, y esforzarse en agradar al Señor.

 


ORACIÓN COLECTA

Oh, Dios, fuerza de lo que en esperan, escucha nuestras súplicas, y pues el hombre es frágil y sin ti nada puede, concédenos la ayuda de tu gracia para guardar tus mandamientos y agradarte con nuestras acciones y deseos. Por nuestro Señor Jesucristo.


PRIMERA LECTURA: Ez 17:22-24

En vísperas de la destrucción del Reino en Judá, el profeta Ezequiel recuerda al pueblo atemorizado que la historia sigue estando en las manos de Dios.


SALMO RESPONSORIAL

R/ ES BUENO DAR GRACIAS AL SEÑOR.


Es bueno darte gracias, oh Señor,
y cantarle, oh Altísimo, a tu Nombre,
anunciando tu amor por la mañana
y tu fidelidad toda la noche. R/

El justo crecerá como palmera
se alzará como cedro del Líbano.
Plantados en la casa del Señor,
en medio de tus patios darán flores. R/

Aún en la vejez tendrán sus frutos,
pues aún están verdes y dan brotes,
para anunciar cuán justo es el Señor,
que en mi Roca no existe la maldad. R/

 

SEGUNDA LECTURA: 2 Co 5:6-10

Ser cristiano, nos recuerda San Pablo es poseer una esperanza inquebrantable. Es saber que el futuro pertenece a Dios y que nada ni nadie podrá apartarnos de su amor.

 


ALELUYA

Aleluya, aleluya.
La semilla es la palabra de Dios. El sembrador es Cristo. Quien lo encuentra, vive para siempre.
Aleluya.


EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS: Mc 4:26-34

Mediante la parábola de la semilla que crece por sí sola, Jesús nos invita a confiar en su cariño y en su poder que trabajan a pesar de todas nuestras limitaciones.

 


Es Dios El Que Hace Crecer


El labrador esparce la semilla, y ella primero germina, luego crece y más tarde da fruto. A veces el proceso es lento. Hemos de liberarnos de la impaciencia de querer ver brotada la semilla al día siguiente de sembrarla. La pastoral, sobre todo la educativa, es de mucha paciencia. A veces la semilla está dormida decenas de años. El Reino no crece como las instituciones de la tierra: con inauguraciones masivas y con la presencia de la prensa.

Hay que valorar las pequeñas semillas, los pequeños grupos que, unidos, desencadenan una gran revolución, como aconteció con las pequeñas comunidades de la Iglesia primitiva, que derribaron al omnipotente Imperio Romano. Todo lo que no se asiente bien termina derrumbándose. Todo lo que se fundamente en un mesianismo personal está condenado a hundirse con el cambio de líder. La nueva humanidad y la nueva Iglesia han de surgir de pequeños grupos. “Más vale prender un fósforo que gritar contra la oscuridad”. Es más, cuando se prenden muchos fósforos juntos, nace el día. Decía Gamaliel: “Si el plan es de Dios, nada logrará destruirlo” (Hch 5, 38-39). Lo que hace una persona, animada por amor, nunca es poco. Quien actúa por amor, nunca fracasa, aunque no pueda contabilizar resultados palpables. El fruto supremo es la bondad que acumula; con ella se eleva; y cuando uno se eleva, eleva con él a toda la humanidad.

 

(Tomado del Libro Jesús habla hoy)

 

 

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