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Semana Santa 2024

Domingo 31 Del Tiempo Ordinario

3 de Noviembre de 2019

 

TEXTOS BIBLICOS PARA LA LITURGIA EUCARÍSTICA

En el Evangelio escucharemos el relato de la conversión de Zaqueo. Jesús entró en su casa, y nos demuestra, una vez más, su predilección por los pecadores, los enfermos, por los más débiles. Zaqueo está dispuesto a reparar todo el daño que ha hecho. Hoy, ¿estamos dispuestos a dejar entrar a Jesús en nuestra vida, para que se dé una verdadera conversión? Esto es… ¿un verdadero encuentro con Él, optando por Él y su Evangelio, y compartiendo nuestros bienes, nuestro tiempo con los más necesitados, aunque ello implique derribar las seguridades sobre las que nos habíamos construido? En otras palabras, se nos exige un cambio radical de vida, de costumbres y mentalidad.

 

ORACION

Señor Dios nuestro, amante de la vida: Somos pequeños ante ti, pues somos conscientes de que somos pecadores. Te bendecimos porque viste con agrado que Jesús nos trajera su alegría y su perdón. Que él se haga muy cercano a nosotros, igual que a Zaqueo, de forma que transforme nuestras actitudes y nuestras vidas. Que nos disponga a compartir con nuestros hermanos tu misericordia, tu perdón y tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amen


PRIMERA LECTURA: Sabiduría 11, 22 – 12, 2

En la lectura, el autor reflexiona sobre los hechos pasados de su pueblo y descubre la acción divina. Dios ama todas las cosas porque Él mismo las ha creado por amor. Dios ama la vida; ama su obra creadora porque en ella reside su propio espíritu.

 

SALMO RESPONSORIAL: Sal 34:2-3,16 y 18, 19 y 23

R/ EL SEÑOR ES BUENO CON TODOS

  1. Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey, 
y bendeciré tu Nombre eternamente;

    día tras día te bendeciré, 

    y alabaré tu Nombre sin cesar.
    
El Señor es bondadoso y compasivo, 

    lento para enojarse y de gran misericordia. /R
  2. El Señor es bueno con todos 
y tiene compasión de todas sus criaturas.

    Que todas tus obras te den gracias, Señor, 
y tus fieles te bendigan;

    que anuncien la gloria de tu reino 
y proclamen tu poder. /R
  3. Tu reino es un reino eterno, 
y tu dominio permanece para siempre. 

    El Señor es fiel en todas sus palabras 
y bondadoso en todas sus acciones.

    El Señor sostiene a los que caen 
y endereza a los que están encorvados. /R


SEGUNDA LECTURA: 2 Tesalonicenses 1, 11 – 2, 2

En estos dos últimos domingos del año litúrgico se lee la segunda carta dirigida a los cristianos de Tesalónica. Tiene como tema central la venida del Señor y el encuentro definitivo con Él. Pablo insiste en la fe y advierte a los cristianos que deben esperar el retorno de Cristo; lo que importa no es saber ni el día ni la hora, sino llevar una vida agradable a Dios. Escuchamos.


ACLAMACION DEL EVANGELIO Mt 11,28

Aleluya, aleluya Venid a mi todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviare, dice el Señor. Aleluya.


EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS: Lucas 19, 1-10

Como vemos en este relato evangélico, Jesús rompe con costumbres religiosas y sociales de su tiempo y entra en casa de Zaqueo. Un gesto provocativo para entonces que suscita la crítica. El que experimenta su amor, como Zaqueo, rehace su vida y se convierte a las exigencias del Evangelio. Acojamos esta Buena Noticia.

 

TEMA:

“Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único.
Todo el que cree en él tiene vida eterna”


¡Cuántas veces nos sorprende la Palabra de Dios y en nuestro propio “terreno”! Así es. Y es que el mensaje que cada día se nos ofrece, nos sorprende de muchas maneras; tantas veces nos desborda y, por eso mismo, en ocasiones, preferimos no escucharla para no ser... “sorprendidos” por su propuesta.

 



El mensaje de este domingo puede ser este mismo: después de proclamar a un Dios, fuente de vida y que ama las cosas que ha creado por amor (primera lectura), se nos presenta a un Jesús que ofrece la SALVACIÓN a un perdido, a uno considerado desgraciado y vendido a los enemigos de su propio pueblo. ZAQUEO es todo un símbolo de los marginados y marginadas, pero que “buscan” algo diferente, aún a costa de hacer el ridículo (como en el relato de hoy).




También impresiona el “ESTILO” de Jesús: a pesar de estar rodeado de un gentío que le acosa, es capaz de descubrir “algo” en el gesto de Zaqueo: “levantó los ojos” y, además, quiere alojarse “en tu casa”. No, no son casualidades y de poca monta. Más bien el evangelista nos presenta la sensibilidad extrema de este joven Maestro que... “ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. Ésta es su misión y tarea, la que realiza como deseo explícito de Dios, cuya voluntad de salvación y de bien para la humanidad está fuera de toda duda.




Todos y todas somos un poco “zaqueos”: ricos, pero bajos de estatura, inquietos buscadores e inquietas buscadoras de la verdad y, a la vez, necesitados y necesitadas de higueras donde subirnos para encontrarnos con una mirada salvadora, y ello aún a costa de sentir la mirada despectiva de quienes nos observan. Jesús “eleva los ojos” para alcanzarnos con su don, con la salvación que nos ofrece de parte de Dios mismo. También hoy, Él quiere “alojarse en mi casa”. ¡Seguro que sí! Y espera ese “algo” para hacer realidad, en plenitud, el DON de VIDA en mí, en mi caminar; incluso, en mi pecado. ¡Casi nada! Pero... ¡es verdad!

¡Dichosos y dichosas quienes “buscan” algo en sus vidas, porque se encontrarán con la mirada de Cristo Jesús!

 

 

 

 

 
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