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Semana Santa 2024

Carta Apostólica

Admirabile Signum Del santo Padre Francisco

Sobre el significado y el valor del Belén Dado en Greccio, en el Santuario del pesebre, 1 de diciembre de 2019



Para leer la 1er Parte, de click aquí

 

  • 4. Me gustaría ahora repasar los diversos signos del Belén para comprender el significado que lleva consigo, el cielo estrellado en la oscuridad y el silencio de la noche. Lo hacemos así, no sólo por fidelidad a los relatos evangélicos, sino también por el significado que tiene. Pensemos en cuántas veces la noche envuelve nuestras vías. Pues bien, incluso en esos instantes, Dios no nos deja solos, sino que se hace presente para responder a las preguntas decisivas sobre el sentido de nuestra existencia: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Por qué nací en este momento? ¿Por qué amo? ¿Por qué sufro? ¿Por qué moriré? Para responder a estas preguntas, Dios se hizo hombre. Su cercanía trae luz donde hay oscuridad e ilumina a cuantos atraviesan las tinieblas del sufrimiento (cf. Lc1,79).
     
  • 5. ¡Cuánta emoción debería acompañarnos mientras colocamos en el Belén las montañas, los riachuelos, las ovejas y los pastores! De esta manera recordamos , como lo habían anunciado los profetas, que toda la creación participa en la fiesta de la venida del Mesías. Los ángeles y la estrella son la señal de que también nosotros estamos llamados a ponernos en camino para llegar a la gruta y adorar al Señor.

    Los pastores se convierten en los primeros testigos de lo esencial, es decir, de la salvación que se les ofrece. Son los más humildes y los más pobres quienes saben acoger el acontecimiento de la encarnación. A Dios que viene a nuestro encuentro con el Niño Jesús, los pastores responden poniéndose en camino hacia Él, para un encuentro de amor y de agradable asombro.
     
  • 6. Jesús nació pobre, llevó una vida sencilla para enseñarnos a comprender lo esencial y a vivir de ello. Desde el belén, Jesús proclama, con manso poder, la llamada a compartir con los últimos el camino haca un mundo más humano y fraterno, donde nadie sea excluido ni marginado.
     
  • 7. El belén nos lleva a la gruta, donde encontramos las figuras de María y de José. María es una madre que contempla a su hijo y lo muestra a cuantos vienen a visitarlo.

    María respondió con obediencia plena y total: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”(lc1,38), son para todos nosotros el testimonio del abandono en la fe a la voluntad de Dios.Vemos en ella a la Madre de Dios que no tiene a su hijo sólo para sí misma, sino que pide a todos que obedezcan a su palabra y la pongan en práctica.

    San José juega un papel muy importante en la vida de Jesús y de maria. Él es el custodio que nunca se cansa de proteger a su familia. José llevaba en su corazón el gran misterio que envolvía a Jesús y a María su esposa, y como hombre justo confió siempre en la voluntad de Dios y la puso en práctica.
     
  • 8. El corazón del pesebre empieza a palpitar cuando, en Navidad, colocamos la imagen del Niño Jesús. Dios se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos. En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo cree a y transforma.
    “la vida se hizo visible”(1Jn1,2) 

 

 

 

 

 
 
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