El rasgo sobresaliente del corazón de Dios

El libro de la Sabiduría nos descubre hoy un lado oculto del corazón de Dios, nos anuncia una feliz y reconfortante noticia para sus amigos y para quienes le busque sin conocerle apenas todavía. En el evangelio, Lucas nos invitará a participar en el encuentro de Zaqueo con Jesús; ambos se buscan y en el encuentro ocurre la salvación. El libro de la Sabiduría muestra la fuerza que hace posible el encuentro.

 

Finalmente, el Libro de la Sabiduría concluye afirmando: “Pero tú eres indulgente con todos, ya que todo es tuyo, Señor amigo de la vida”. Esta última afirmación concluye y da sentido a las anteriores. El perdón, la compasión, el cuidado de la creación, la existencia de los seres es posible porque el Señor es amigo de la vida.

Este es el rasgo sobresaliente del corazón de Dios que ilumina el paisaje de este domingo, día del Resucitado: que nuestro Dios es el Dios de la vida, que la ama, la mantiene y la protege. Que Jesús es la Palabra creadora del Padre en la que estaba la vida desde siempre (cf. Jn 1, 4), que es “Camino, Verdad y Vida” (Jn 14, 6) y que desea que sus ovejas “tengan vida, y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10).